Cae la tarde y el cielo está cargado de nubarrones. Pero nada detendrá el paseo a pie por las calles empedradas del Centro Histórico de Riobamba. El cielo gris más bien agudiza el romanticismo que genera la atmósfera de un centro signado por una arquitectura ecléctica de edificios republicanos, neoclásicos y neogóticos.
La Sultana de los Andes puede presumir de haber dado vida a uno de los centros históricos más hermosos del país. Este núcleo urbano atesora leyendas viejas e increíbles. Casonas tan inmortales como bellas que permanecen de todos y de nadie, como la Casa de la Sociedad Bolivariana, donde el Libertador Simón Bolívar escribió una de las frases insignes de las memorias de la ciudad: “Mi delirio al Chimborazo”.
Uno pierde la noción del tiempo al adentrarse en este lugar. Riobamba es una ciudad ubicada a 2.750 metros de altura. Toda la riqueza que atesora el Centro Histórico torna insuficiente el tiempo para desentrañarlo de punta a punta. Otro lugar que enamora es el parque Maldonado o Plaza Mayor donde se sembraron las primeras raíces sociales de esta tierra y, de acuerdo a la costumbre colonial, donde se concentraba el poder político, religioso y aristocrático.
Ahora allí, cada día es el espacio de encuentro de los jubilados que se reúnen para conversar de la vida; de las parejas que han quedado en verse en la banca de siempre, o de las familias indígenas que dan vueltas felices alrededor del parque. En la Plaza Mayor también está el monumento a Pedro Vicente Maldonado, hijo de esta Tierra (1704-1748), uno de los grandes científicos ecuatorianos de todos los tiempos y colaborador connotado de la Misión Geodésica Francesa.
Dada la belleza del centro, los turistas se obnubilan y no paran se sacar fotos de la imponente Catedral, fachada de la iglesia matriz de la vieja Riobamba. El edificio del Correo y la iglesia de La Concepción de estilo neogótico son otras joyas arquitectónicas que en la noche enciende sus luces e ilumina con potencia todo su entorno.
También está la iglesia de La Merced (1871) y la Basílica Corazón de Jesús (1883) donde se grabó la frase de los héroes de la independencia: “Libres bajo el signo de la cruz”. Riobamba también es la ciudad de los nevados y los volcanes, por eso es conocida como la capital ecuatoriana del andinismo. La urbe nació en las faldas del volcán Cotopaxi y también recibe la mirada y los bramidos de la permanente activa la Mama Tungurahua.
El tiempo siempre falta cuando Riobamba vuelve a incluirse en los planes viajeros. Por todo lo que supone su estructura arquitectónica y natural es uno de los destinos más hermosos del Ecuador y donde con poco dinero, se puede hacer y sentir mucho.
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