Una propuesta vivencial, 15 amigos entusiastas y un pueblo que se ha preparado para recibir turistas, conforman la fórmula perfecta para un viaje corto, pero intenso en emociones revitalizadoras. Así empieza la historia de la parroquia Cochapata, de Nabón, como nuevo destino turístico de la provincia del Azuay.
Profesionales y artistas se juntaron para ser los primeros en disfrutar de una ruta estructurada en un paseo campestre, histórico, productivo y gastronómico. Aquí le contaremos de su experiencia en este lugar de leyendas, delicias y soberbios paisajes. Cuenca fue el punto de salida y después de una hora con 15 minutos de recorrido en transporte alquilado, la primera parada fue el centro cantonal nabonense, para “engañar el estómago” con unas tortillas de trigo rellenas de queso y un café pasado, mientras se hacía una inspección de los alrededores del parque y la centenaria iglesia.
De nuevo en la buseta, y a sólo 5 kilómetros de recorrido, miembros de la Junta Parroquial, les dieron la bienvenida con un canelazo (licor con agua de hierbas de la zona), para luego ser guiados por el teniente político, Salomón Ramón y el presidente del GAD, Paúl Guanuche. Estaban frente a la Ruinas Cañaris-Incas de Dumapara, conocidas por los mitos de ser la puerta a “una ciudad encantada” protagonista de múltiples anécdotas de los viajeros de tiempos antiguos y de los presentes también. “Este fue un fuerte militar, es más, por aquí fue el paso de los incas de sur a norte”, dijo en su explicación, Ramón, quien estuvo presto para escuchar también las inquietudes y saberes de los guiados.
Si el sitio anterior se presentaba ya como mágico, las caras de asombro del grupo de viajeros, fue mayor cuando, después de 5Km. más, ingresaron al caserío de Cochapata, que les trasladó en su mente a épocas pasadas, con sus casas de tonalidades pasteles, construidas con adobe y bahareque y balcones de madera. Hacen conjunto con su iglesia y su plaza que los fines de semana alberga a la feria de productos agrícolas.
Después de un desayuno, que tuvo como entrada fresas y moras recién recolectadas y como plato fuerte: mote choclo pillo, habas, queso y cecina (carne seca asada), acompañado de jugo de tomate de árbol y su cafecito caliente, fue momento de “hacer el mercado”, con la seguridad que las hortalizas y frutas compradas eran orgánicas.
Un clima templado, “delicioso para caminar”, como dijo el artista de la cerámica, Eduardo Vega, quien junto a su esposa formaban parte de la comitiva. Exactamente eso fue lo que se hizo en la siguiente parada que fue Uduzhapa, comunidad dueña de una naturaleza exquisita, con flores de los más diversos colores y senderos de pencos que hacen contraste con las montañas y nubes alborozadas.
La caminata que duró unos 15 minutos, los llevó hacia el Cañón, que lleva el mismo nombre del caserío y que se caracteriza por su rojiza tierra, en las colinas que sirven de paredes para que el agua del rio León cruce abriéndose paso entre las piedras de múltiples formas. Cómo no descansar en la arena de la orilla y admirar el entorno que acompañaba al romántico puente de madera.
Momento idóneo para la fotografía y la reflexión como la de Tania Sarmiento, que esta vez estuvo de turista, dejando por un momento su función como directora de la Fundación de Turismo Para Cuenca. “Este tipo de lugares maravillosos y cercanos a la ciudad deben ir ganando su espacio, con la debida promoción, como la realizada por sus autoridades”, manifestó, mientras departía con sus compañeros de aventuras entre las rocas.
El regreso fue un tanto agotador, pero ameno, entre conversas de anécdotas y el compartir con los lugareños, hasta de nuevo salir a la ruta, para retomar fuerzas con un buen sorbo de guarapo (jugo de caña), con limón. De ahí hasta Ñamarín, comunidad donde les esperaba la degustación de los derivados de Agabe (penco nativo de la zona).
Hora de probar el Licor de chaguarmishqui Don Capelo y visitar el alambique de su dueño Remigio Capelo, que lleva 30 años de trabajo artesanal. Contó con orgullo que tiene el reconocimiento con su producto con todos los requisitos legales necesarios para su comercialización. Jarabe de miel, macerados y otros combinados con el destilado del pulcre. Aquí, varios de los viajeros aprovecharon para llevar unas botellitas, cuyos precios variaban desde los 5 y hasta los 20 dólares; pero también de los típicos morteros de piedra para moler condimentos.
Se había probado varias delicias, más faltaba el almuerzo de cierre y para esto regresaron hasta el salón de la Junta Parroquial, donde integrantes de la Cooperativa 13 de Junio, se estrenaron con honores en el servicio de alimentos. Cuy o pollo, acompañados de papas al vapor y arroz con ensalada de granos, fue el menú que tuvo de postre, almíbar de fresas y otras frutas autóctonas. De beber el dulce jugo de penco y la horchata. Para llevar: mandarinas, naranjas, granadillas, uvillas, colocadas en bandejas hechas de la corteza de sambo.
Ahora sí, con el gusto complacido, las manos llenas y los ojos cautivados, los 15 amigos estuvieron listos para su retorno a Cuenca, exhaustos, pero con las ganas de volver a Cochapata, en una ruta de emociones que se abre paso con su propuesta. Y pensar que la aventura inició con el compartir de un video sobre la parroquia y su magia.
PARA SABER
- A una altura promedio de 2,600 m.s.n.m., Cochapata es parroquia del cantón Nabón, que está ubicado al sudeste de la provincia del Azuay, a 70 kilómetros de su capital Cuenca, tomando la vía rumbo a Loja.
- Cochapata limita al norte con la parroquia Nabón, al sur con el cantón Oña, al este con la parroquia Tutupali de Yacuambi, provincia de Zamora Chinchipe, y al oeste con la parroquia Las Nieves y la periferia del centro cantonal de Oña.
- Está conformada por 14 comunidades: Uduzhapa, Buravalle, El Rodeo y Yanazacha, Ñamarín, Cochapata Centro, Las Lajas, Ulucata, Tambo Viejo, Chalcay, Jerusalén, Belén, Bayán y El Paso, con diferentes climatologías, yendo del frío al templado.
- Para mayor información sobre las rutas turísticas que puede raalizar, comunicarse con el presidente del Gad Parroquial, Paúl Guanuche (07 3052437), o a su página Web.
