Ciudad de arrozales. Macará se asienta sobre un amplio valle atravesado por el río del mismo nombre. Tierra encharcada y fecunda donde los campesinos viven del cultivo del arroz.
Las vías Loja-Catamayo-Sozoranga y la Loja-Catamayo-Catacocha-El Empalme nos llevan al cantón fronterizo. Al llegar, los árboles del algarrobo, faiques y almendros, propios de la Costa y de clima cálido (28 grados de promedio), van quedando de lado para dejar espacio únicamente a los extensos sembríos de arroz, que se dejan ver por distintos senderos hasta el horizonte.
Esta planta se desarrolla únicamente en terrenos calurosos y muy húmedos. Cada hectárea produce sobre los 120 quintales y en Macará se siembra únicamente el arroz criollo, por ser rendidor y resistente a las plagas.
La primera siembra del grano es en enero, contó Salva Hidalgo, una agricultora de esta gramínea. Primero se prepara el terreno: se ara con un tractor 15 días antes del trasplante y se procede a la inundación del suelo de una parcela, para evitar la concentración de sustancias perjudiciales.
Paralelamente, en una especie de invernadero se siembran los granos de arroz para obtener las plántulas. En 15 días éstas alcanzan 25 cm. y están listas para ser trasplantadas, contó Hidalgo.
Se extrae las plántulas desde la raíz y se las lava bien, para que no lleven nada de tierra. Para la siembra, el agua de las pozas debe estar clara y depositada al fondo los lodos. Entonces, el agricultor va sembrando con extraordinaria rapidez. Hunde más de la mitad de la planta en la tierra, únicamente apoyado con el dedo pulgar de la mano derecha. En tres días pegará y brotará la planta, dice Tulio Valarezo, otro agricultor. En las semanas siguientes, se dedican a eliminar la maleza del arrozal, controlar que tenga suficiente cantidad de agua y colocar el abono.
A partir de febrero, los paisajes de las comunidades de El Coco, Tamarindo, Piedras Blancas, La Guatará, entre otras, se pintan de un verde brillante que compite armónicamente con el reflejo de las aguas que inundan los sembríos y con las garzas que parecen ensayar pasos de ballet.
A Macará se la conoce por esta producción. En este cantón existen unos 400 cultivadores de este grano y juntos producen 130.000 quintales al año. De esa cantidad, 25.000 se consume en Macará y el resto se vende en los cantones de Loja y en las vecinas provincias de Zamora y Azuay.
Mientras tanto, en los campos las plantas de arroz crecen cada día, las hojas se ensanchan y se agitan con la brisa o el viento. En marzo, la pulpa de los tallos crece y estallan cargados de granos verdes, planos y plegados; y poco a poco van cambiando de tonalidad a un verde oscuro. Los racimos de granos cuelgan sueltos de los tallos y algunas hojas toman un color marrón, con matiz dorado.
Las hojas se marchitan y caen cuando los granos engordan y los tallos crecen volviéndose puntiagudos. Con el viento y la brisa de las tardes los granos y las hojas parecen susurrar. En abril, casi la totalidad del paisaje se va volviendo café, pues las plantas se tornan dorado pálido, aumentando su matiz con la maduración. 10 días antes de la cosecha (por lo general empieza a finales de abril) se suspende el ingreso de agua de riego y se deja casi seca la parcela.
La cosecha la hacen con máquinas o de forma manual, cortando la planta con ayuda de una hoz (herramienta). El siguiente paso de la técnica consiste en golpear manojos de plantas, con fuerza, contra una madera situada sobre lonas o plásticos.
Con el golpe se van desprendiendo los granos que luego es llevado a una piladora para quitarle la cáscara y obtener el grano blanco que se comercializa, tras un proceso de secado, almacenado y molturado.
PARA SABER
- Macará está a 195 km. de la ciudad de Loja y sobresale por la importancia que tiene en el contexto nacional, pues al ser fronteriza enfrentó los problemas bélicos con el vecino país de Perú en varios periodos.
- La primera siembra y cosecha va de abril a mayo. En julio se realiza la segunda siembra del año y la cosecha va entre noviembre y diciembre.
- Cada 10 de agosto en la feria agrícola ganadera se reconoce a los principales productores de arroz. También se presenta toda la diversidad productiva que tiene Macará como el maní, yuca, ganado caprino.