Aquí, el sabor se conjuga con la textura y los colores, para lograr una combinación deliciosa. Aquí una hamburguesa pasa de ser parte del menú de comida rápida a un almuerzo especial. Estamos en el Café del Museo, restaurante que impone su propio estilo en Cuenca.
Te muestra un ambiente de murales donde las pinturas son expresiones de vida, a la vez que te invita a una buena charla pre y post alimento.Tiene dos ingresos, el uno puede ser luego de un paseo por las exposiciones de finales del siglo XIX e inicios del XX, pues está apostado en la parte baja de la Casa Museo Remigio Crespo Toral, entre la Calle Larga y paseo Tres de Noviembre.
La otra opción, por el turístico sector del Barranco, a la altura, teniendo en frente al simbólico río Tomebamba. Cualquiera que sea su entrada, cuando allá ingresado, el recibimiento estará caracterizado por la amabilidad el servicio, pues el personal, siempre está dispuesto a cumplir con las expectativas.
Dependiendo del clima, puede optar por quedarse en su terraza con un estilo más juvenil, o pasar hasta su sala galería, donde la fusión arquitectónica entre los tiempos pasados y los actuales, le permiten disfrutar de un acogedor ambiente.
Pasando ya al menú en sí, los platos son cosmopolitas, que incluyen sanduches y variados postres. Los cocteles son una buena opción, recomendamos el de frutos rojos.
Si quiere pasar un buen momento entre amigos, acuda al Café del Museo, tendrá buena comida en un acogedor ambiente.
PARA SABER