Donde los árboles crecen sin temor a ser cortados, donde los rituales son sentidos para beneficio del medio ambiente, donde usted entra a un mundo silvestre, pero con reglas estrictas para la preservación de la cultura del ancestro y su bosque. Allí queda Tawasap, comunidad Shuar que ha abierto sus puertas a los visitantes, pero bajo sus condiciones, que no son más que se deje guiar entre la selva y les permita mostrarle su forma de vida.
En el cantón Palora, de Morona Santiago, usted tiene una nueva alternativa de hacer turismo en comunión con la naturaleza. Esta iniciativa promovida desde los líderes de las familias nativas inició en el 2010, teniendo buena acogida entre los viajeros extranjeros que buscan experiencias intensas y ahora promovida entre las operadoras nacionales.
Siendo por decreto dueños, de miles de hectáreas, decidieron que una parte sirva para desarrollar el ecoturismo y propagar sus políticas ambientalistas desde el territorio. Si se decide a ser parte de este encuentro con los Shuar, explorará desde el uso de su rostro, con el ritual de pintura del guerrero. Escuchará las historias de su propia creación y sabrá sobre Arutam, dios que habita en las cascadas sagradas, a las que deberá llegar con el mayor respeto.
Probará platillos a base de frutas, yuca, plátano y otros cultivos de la zona y recibirá un baño ceremonial de limpieza con hierbas medicinales. El paquete turístico incluye alojamiento en cabañas, pues para cumplir a cabalidad con la ruta de senderos en el bosque primario deberá quedarse al menos tres días.
Y es que no se puede perder de las danzas y hasta un tour de compras de artesanías y bisutería elaboradas con semillas procesadas, también debe ser parte activa de la reforestación, pues tendrá que sembrar su propio árbol. De seguro el tiempo faltará y querrá más, por lo que su primera visita no será la única.
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