El mundo católico vive la celebración del Corpus Christi. Pero en Cuenca, la ciudad patrimonial más hermosa del Ecuador, el culto a la presencia de Cristo en la eucaristía tiene su sello de distinción: los dulces.
Sin dulces no hay Corpus. Así de cierto. Lo saben los cuencanos que esperan junio para caminar alrededor del parque Calderón y embriagarse con los poderosos aromas, sabores y texturas de ese universo de dulces.
El visitante o turistas se queda maravillado con las kuskingas, huevos de faldiqueras, monjas, roscas, quesadillas, pucanahuis, cocadas, quesitos, suspiros, bizcochos… Le resultará imposible resistirse a probar uno de ellos.
Durante los siete días del Corpus Christi, alrededor de la Catedral de la Inmaculada Concepción y del parque Calderón se ubican más de 200 stands de dulces. Estas golosinas tienen herencia artesanal, tradición, devoción, dedicación y amor a Cuenca.
¿Cómo nació esta tradición?. Según investigadores cuencanos el Corpus Christi llegó con la fundación española, en 1557. Con la conquista, ellos trajeron a Sudamérica y a Cuenca el catolicismo, sus tradiciones y costumbres.
Entre ellas están las recetas gastronómicas. Pero fueron las monjas de los conventos quienes, en esa época, impusieron la tradición de elaborar y obsequiar las kuskingas, pucanahuis, rosquillas, huevos de faldiqueras, alfajores, monjas y pañuelos.
Casi todos tenía nombres quichuas relacionados con sus formas y colores. Estas delicias eran compartidas con los devotos que llegaban a participar de las misas, durante los siete días de la adoración al Santísimo Sacramento.
En la época de la fundación española era muy arraigado el catolicismo en Cuenca. Prueba de ello es que se levantaron 17 iglesias en el Centro Histórico. Dos Catedrales en el corazón de la ciudad. Por eso, por 1970 algunos le llamaban ‘el pequeño Vaticano’.
Con los años, el arte culinario de la Colonia –fusión de la cocina española e indígena- pasó de los conventos a las artesanas cuencanas. En la actualidad ya es parte importante de la cultura gastronómica.
Por eso, al Corpus Christi se le conoce como “la fiesta más dulce del año”. Son decenas de artesanas que encontraron en los dulces una forma de vida. Su elaboración se transmite de madres a hijas.
En esta época redoblan sus esfuerzos para atender la altísima demanda de los intermediarios y consumidores. Con el paso del tiempo algunos dulces se mantienen, otros se han perdido o se modificaron.
La mayoría tiene como ingredientes principales la harina, leche, frutas, azúcar y huevos. Pero cada artesana tiene secretos para conseguir que cada bocado encante al consumidor por la crocancia, finura y aromas.
La próxima vez que disfrute de un dulce del Corpus, tómese un momento para reflexionar sobre su origen, historia e impacto cultural. Aprecie la pasión de los artesanos que hay detrás y el papel que ha llegado a desempeñar en la cultura gastronómica.
Comer y viajar siempre van de la mano. Venga a Cuenca y disfrute de los días más dulces del año. Conocer e interesarse por la historia de los dulces, ineludiblemente generará mayor encanto por la Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En las actividades en la parte religiosa
Desde la iglesia católica persiste el misticismo y la forma solemne de Corpus Christi: misas y grandes procesiones. En Cuenca, durante los siete días la Sagrada Hostia permanece en exhibición en los altares mayores de los templos. Los devotos llegan a venerarla.
Pero la celebración más importante gira alrededor de la Catedral de Inmaculada Concepción y del parque Calderón. En las noches la alegría se enciende con la quema de castillos, vacas locas y las bandas de pueblo; y se complementa con la feria de dulces.
Antiguamente esta celebración convocaba a la unión social y comunitaria. Pero en la actualidad es una de las principales manifestaciones religiosas y culturales. Por eso es considerado un patrimonio intangible.
El Corpus Christi empieza en jueves, 60 días después del Domingo de Resurrección. En este 2023 es del 8 al 15 de junio. Hay una agenda festiva programada por la Fundación Municipal de Turismo y la Arquidiócesis.
PARA SABER
- Durante el Corpus Christi la Catedral de la Inmaculada Concepción permanece abierta al público desde las 07:00 hasta las 22:00
- Los devotos destinas esta fecha para la confesión y la eucaristía más importante es la de las 20:00. Al término los devotos participan de la procesión con la imagen del Santísimo, alrededor del parque Calderón.
- Cada noche la fiesta del Corpus Christo finaliza con la noche cultural de bandas de pueblo, castillos y otros juegos artificiales en los exteriores de la Catedral. Alrededor del templo y del parque Calderón están los 140 puestos de los coloridos dulces de Corpus.
- Según la Arquidiócesis de Cuenca, entre el 8 y el 15 de junio, unas 30.000 participan de esta celebración religiosa-cultural. Para esa semana también se extendió el servicio de transporte, hasta las 23:00, para garantizar la movilidad de quienes asisten al Septenario.
- Este año en las noches se peatoniza el Centro Histórico para que la gente disfrute de todas las actividades programadas con seguridad.