Los cuencanos y turistas tienen otro punto de disfrute en Cuenca. El recién renovado parque de San Blas, la puerta de entrada al Centro Histórico, es un espacio para actividades relajadas de caminatas y degustar de la exquisita gastronomía. Cientos de visitantes se concentraron, este sábado 7 de septiembre, para vivir esta experiencia y celebrar la reinauguración de las mejoras de San Blas.
San Blas fue uno de los primeros barrios e ícono de identidad de Cuenca. En la época de la Colonia, la iglesia de San Blas representaba el límite oriental de la ciudad y a los alrededores se asentaron los artesanos alfareros. Con el tiempo San Blas de convirtió en un punto de interés turístico por la majestuosa iglesia y el parque.
La construcción del imponente templo –frente al parque- data de 1557 y es símbolo de la devoción. Según vestigios encontrados, esta iglesia de fachada de piedra color rosa es la más antigua de Cuenca. Junto con el parque son testigos silenciosos de la resistencia comunitaria y de las celebraciones locales.
Por su mobiliario, pileta y senderos resuenan las risas y el bullicio de los eventos festivos. Pero también es un refugio de paz, de unidad de los vecinos, de visitas turísticas, de servicio y de comercio. Estas actividades cobraron mayor dinamismo desde este sábado 7 de septiembre, cuando el renovado parque de San Blas reabrió sus puertas, para dejar ver ese brillo y vitalidad que extrañaban los cuencanos.
Las mejoradas verjas metálicas enmarcan los espacios verdes, protegen los senderos y dan seguridad. Las lámparas proyectan mejor iluminación y las 26 bancas levan a ese descanso que la gente busca en estos espacios púbicos. Los jardines floridos invitan a disfrutar de paseos y momentos de esparcimiento.
La pileta, que se destaca en el corazón del parque, es una joya arquitectónica, por su diseño y funcionalidad. Los chorros de agua emergen de la base creando un espectáculo de juegos acuáticos con ondulaciones en movimiento y secuencia artística. En el centro de la pileta se erige el busto de Manuel J. Calle, periodista y político cuencano.
La reparación combina, de manera armoniosa, el diseño moderno con la rica herencia cultural, transformando este espacio en un punto de encuentro rejuvenecido y acogedor. Al recorrer San Blas, uno se sumerge en una atmósfera que parece transportar a otra época, donde el encanto de la arquitectura Colonial se encuentra con el vibrante ritmo de la vida cotidiana.
Las calles empedradas, los edificios de fachadas coloridas y balcones de madera añaden un toque pintoresco, mientras los aromas tentadores de la comida local se mezclan en el aire. Los bares, los restaurantes y las cafeterías que salpican este barrio invitan a detenerse y disfrutar de una experiencia sensorial-gastronómica que celebra los sabores tradicionales de Cuenca.
Entre las opciones está la Cafetería SB Corpus, con más de 30 variedades de dulces como los quesitos, quesadillas, alfajores, cocadas, rocas confitadas, rodillas de Cristo, cortados, suspiros… El Restaurante Delicias que ofrece comida rápida, como hamburguesas, papas, alitas BBQ…
Kallana, con su oferta de parrilladas, moros y platos tradicionales; y Pizza House con diversas opciones de pizzas y exquisitas parrilladas de carnes y mariscos, lomos rellenos, salmón... El Nuevo Paraíso, un restaurante que ofrece solo comida y postres vegetarianos saludables.
Para consentir el paladar está Monte Bianco, con sus 27 variedades de helados, lugar perfecto para endulzar una tarde de ocio en el parque. El sabor más nuevo es el de espumilla o San Blas, que se lanzó para celebrar la apertura del parque. Este helado evoca en las familias la salida de misa y comer la tradicional espumilla de guayaba que se vendía en los exteriores del templo.
Así es San Blas, con su renovada vitalidad, refleja la mezcla perfecta de la historia, la modernidad, el disfrute y el descanso. Un espacio que conserva el encanto del pasado y abraza las necesidades y deseos del presente. Es un punto más de encuentro para amigos, familiares y vecinos, siempre con un ambiente animado. Así Cuenca reafirma su belleza urbana y patrimonial. Esta transformación embellece el paisaje y fomenta un sentido de orgullo y pertenencia, integrando el pasado con el presente de manera armoniosa y sostenible.
PARA SABER
ESTE PROYECTO fue ejecutado por la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca con una inversión de USD 80.000. En los próximos días la EMAC también entregará la remodelación del parque de San Sebastián donde se invirtió USD 70.000, según su gerenta, María Caridad Vázquez.
LA PREFECTURA DE AZUAY, como vecinos de este parque, colaborará con la seguridad para que el parque de San Blas esté protegido ante cualquier mala actitud ciudadana.
LA INAUGURACIÓN de este espacio, tras 20 años de espera, marca un antes y un después en la vida del barrio de San Blas, y transformó este entorno tan querido.