La capital lojana tiene lugares que encantan y que son íconos de la identidad urbana. Hablamos de la tradicional Calle Lourdes, en el corazón de la ciudad, un destino de riqueza arquitectónica y espiritualidad. Es un lugar que invita a reflexionar sobre el poder universal de la Virgen de Lourdes y su vínculo con las culturas y pueblos de todo el mundo. ¡Acompáñenos en este recorrido!.
La Calle Lourdes está a pocos pasos de la emblemática plaza de San Sebastián, entre las calles Bolívar y Sucre, y lo que la hace especial y diferente de otras calles es su singular decoración. En la entrada se levanta un imponente arco verde que da la bienvenida a los visitantes con la leyenda “Nuestra Señora de Lourdes”.

De allí lo que verá a lo largo de los 100 metros (una cuadra) son 33 cuadros de otras vírgenes de la advocación Mariana, veneradas en países como México, España, Italia, Colombia, Canadá, Puerto Rico, Honduras, Ruanda, Portugal, Paraguay, entre otros países, con distintos nombres. Los cuadros están en las fachadas de los inmuebles de estilo colonial.
Al ingresar nos recibe los cuadros de las vírgenes de Lourdes (Francia) y de El Cisne (Loja-Ecuador). La primera es conocida como la matrona de la calle, símbolo de esperanza y sanación. Según la historia, esta imagen se le apareció a Santa Bernadette Soubirous en 1858, y es venerada por miles de files que buscan consuelo y milagros en su intercesión.
En cambio, la Virgen de El Cisne es la protectora de Loja e ícono de la devoción ecuatoriana, y en su nombre se vive la peregrinación más antigua del Ecuador. La devoción por esta imagen se remonta a 1595, año en que el escultor Diego Robles, a petición de sus habitantes, talló la famosa escultura en agradecimiento por la llegada de las lluvias, tras una sequía y hambruna prolongada en la zona.

Cada año miles de fieles visitan la imponente Basílica de la parroquia El Cisne, de estilo gótico, custodia de la querida imagen. Además, en agosto se realiza una profusa peregrinación de cuatro días, donde los caminantes acompañan a la imagen en un recorrido de 74 kilómetros hasta la ciudad de Loja, a donde llega para presidir las fiestas.
Al igual que estas dos primeras imágenes de María, los otros 31 cuadros tienen diferentes interpretaciones y cuentan historias de fe y devoción Mariana, que conecta a los lojanos y turistas, con el resto del mundo. Así, más adelante está la Virgen de Guadalupe, hito de fe para millones de mexicanos y quizás la imagen Mariana más conocida en el continente americano. Ella representa el vínculo entre lo divino y lo humano.
La Calle Lourdes es una de las pequeñas joyas de la conocida “ciudad ecuatoriana de la música”. Esta calle empedrada es estrecha, pero también una de las más pintorescas por sus viviendas con fachadas de tonos azulado, rojo, verde, anaranjado y rosado. Los balcones, blancos o café, están adornados con macetas de plantas y farolas que se utilizaban en épocas antiguas.

Todo esto le da un toque de elegancia y es un sitio imperdible cuando se visita Loja. Una recomendación es que para conocer de cerca su encanto hay que recorrer la Calle Lourdes a pie, pausadamente, sintiendo ese aire fresco de paz y tranquilidad. Pero si lo hace en carro, le contamos que solo pueden circular vehículos pequeños, con una altura de hasta 2,3 metros, por los adornos que hacen como cielo en la parte superior.
Ingrese a uno de los bares, cafeterías o restaurantes abiertos en este tramo, para servirse algo. Llega bien el tradicional café lojano que también caracteriza a Loja. O si prefiere solo sentarse para hacer un recorrido visual lleno de calma y observar la cotidianidad de la ciudad, esa armonía entre la vida diaria y la trascendencia espiritual.

En el trayecto también hay galerías de artesanías, tiendas de bisuterías, taller de arreglos de calzado y demás negocios. En cada espacio se siente un ambiente de serenidad, de paz y de reflexión. Al reincorporarnos siga conociendo las advocaciones Marianas que le faltan como la de Nuestra Señora de Los Ángeles (Costa Rica) que inspira la fe por la maternidad y es refugio para quienes buscan guía en su vida cotidiana.
Los cuadros de la Virgen de La Caridad del Cobre (Cuba), símbolo de la unidad, esperanza y resistencia en tiempos de dificultades. La Virgen de Suyapa (Honduras) emblema de paz y protección para su nación. Nuestra Señora de Cochapamba (Bolivia), protectora de los pueblos indígenas y Nuestra Señora de Altagracia (República Dominicana) esperanza de fe, amor y unidad de los dominicanos.

La Virgen de Lourdes es conocida en todo el mundo por ser la Madre del consuelo y de los milagros. En homenaje a esa devoción universal, cada cuadro resalta a la Virgen María desde distintas perspectivas locales y la globalidad de la fe Mariana. Recorrer esta calle es una invitación a conocer la historia de los milagros, de fe y la conexión con la espiritualidad.
Así esta Calle es una escapada también hacia el arte religioso. Los cuadros son el reflejo de una rica tradición artística, que combina la belleza de la pintura con la fervorosa devoción católica. Es un recorrido que despierta el alma y que deja una huella profunda en quienes lo recorren.
PUNTUALES
La arquitectura, su deliciosa gastronomía, las reservas naturales y los lugares encantadores nos hacen enamorarse y regresar siempre a Loja, por más destinos y aventuras.
La visita a la Calle Lourdes se puede completar con un paseo por el centro de la ciudad y la Catedral, que cada año -del 20 de agosto a 1 de noviembre-acoge a la imagen original de la Virgen de El Cisne.
Loja tiene hoteles y hostales para acoger, en cualquier época del año, a los visitantes. Pero la temporada alta es precisamente entre agosto y octubre, por la fiestas religiosas y culturales.