San Lorenzo es una playa pródiga de Manabí. Como pocos lugares, la belleza paisajística y la naturaleza toman como rehenes a los visitantes. La zona cuenta con todo lo que un turista exigente busca para pasárselo bien: aventura, surf, gastronomía, naturaleza, vida silvestre.
En ese entorno está Pacoche un área protegida de bosque tropical-húmedo de 13.545 ha (5.045 terrestres y 8.500 marina), con 4 km. de playas. Al interior se respira aire puro. En el área marina es posible apreciar tortugas que anidan en la playa; y en la terrestre a los monos aulladores en las montañas.
También puede emprender camino hacia el Sendero del Faro, a cinco minutos de San Lorenzo. El trayecto comprende 300 metros para caminata que culmina en un faro, que en la noche guía a las embarcaciones. Los escalones y el pasamano son de madera, y la vegetación acoge a lagartijas, pericos, hormigas y otros insectos.
Desde allí puede admirar el acantilado y al mirar a un lado sorprenderse con una playa de agua turquesa llena de piqueros, fragatas y pelícanos.
En el descenso de la peña hay menos vegetación y flores. En las orillas se dejan ver los pescadores de aquellas ostras que viven entre las rocas. En la base del acantilado se vive una sensación única., pues se adentra en una cueva que parecería la puerta de entrada a otro mundo. Se la recorre entre la oscuridad experimentando una sensación de misterio, admiración y penumbra.
Gotas de agua caen de su techo y luego a presenciar abundantes pesebres (mariscos rojos y verdes como caracoles que se pegan en las piedras). A este ecosistema natural se ingresa solo si la marea está baja.
Luego puede tomar el Sendero Pasaje del Mono, antes de llegar a San Lorenzo, en la vía Manta-Puerto Cayo. En el sector predominan las hosterías y hay una caseta para control de turistas. De allí se avanza en busca de los monos aulladores por un camino amplio con hojas secas en el suelo, rodeado de pencos, piedras con hongos, pájaros, ardillas, árboles de naranja y de mate (planta de fruto redondo y verde).
Este sendero es en forma de U, porque termina en la misma vía de asfalto luego de recorrer 1.5 km. Antes de descender, en medio de la vegetación hay descansos de guadua, ideales para descansar.
Si sigue hasta la quebrada podrá observar unas lagartijas con singulares cuerpos amarillos y cola azul. El trinar de los pájaros mantiene una suave melodía en el ambiente, pero se opaca con el aullido de los monos que corretean por las alturas de los árboles. Sus colores grisáceos contrastan con el verde de las ramas y el azul del cielo. Un acontecer que merece la pena vivirlo una y otra vez.
PARA SABER
- Para llegar a San Lorenzo, desde Manta puede utilizar buses de las cooperativas Manglaralto y Turismo Manta.
- Para acceder a los senderos es necesario ir con un guía naturalista autorizado por el MAE. Para el servicio de guianza en el Pasaje del Mono puede contactarse con Carlos Alvia Alonso al 0997456908.
- Cerca del bosque hay hosterías, en la misma vía. En el pueblo también hay algunos hostales y el servicio de alquiler de lanchas.
- Cerca, en cabañas rústicas ubicadas en la playa, se ofrece exquisita gastronomía a base de mariscos. Los platos se expenden con costos desde los USD 4.