Para vivir Zapotillo a tope, nada como reservar una de las cómodas habitaciones en el Hotel Bianfer, ubicado en el corazón del cantón, en la provincia de Loja, en el límite con Perú. Este emprendimiento familiar abrió sus puertas en agosto de 2017 para atender la demanda de hospedaje de calidad y confort en un cantón fronterizo y con un importante flujo de visitantes en los meses festivos de febrero, junio, agosto, diciembre y enero, principalmente.
Bianfer es la conexión con el entorno urbano y la naturaleza, para vivir su esencia. La infraestructura conjuga funcionalidad y emoción. Permite saborear la vida que late a pocos pasos de las habitaciones, acercarnos a la oferta gastronómica local y sumergirnos en su ritmo, su gente y sus rincones.
La construcción fue acoplada en lo que era una casa familiar, siendo remodelada y ampliada bajo el concepto modernista, con personalidad propia y originalidad en los elementos arquitectónicos. Amplios ventanales, balcones-miradores y un jardín con palmeras, propios de este territorio cálido. Los impecables ambientes de las 15 habitaciones (capacidad para 42 personas) le dan belleza y se conjugan con un servicio cálido y atento.
Las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, Wi-fi, baños y televisión por cable. Se puede disfrutar también de la tranquilidad en las zonas comunales como la piscina con cascada artificial y el bar. La gerente-propietaria es Viviana Correa Gálvez, quien ideó la obra de restauración y plasmada por un diseñador de interiores hasta transformarla en un lugar de tranquilidad y con ambientes propicios para recargar energías.
El diseño -dice Correa- transmite un ambiente familiar y de descanso. Todo esto impacta a los turistas ecuatorianos, pero también a los que llegan de Perú y de otros países, principalmente durante el florecimiento de los guayacanes.
Este fenómeno natural se vive entre los meses de diciembre y enero con las primeras lluvias de invierno en las parroquias rurales de Mangahurco, Cazaderos y Bolaspamba, ubicadas a entre 45 minutos y una hora de la cabecera cantonal. El paisaje de viste totalmente de amarillo de los guayacanes floridos.
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