Nos adentramos al Parque Histórico Guayaquil, en la ciudad del mismo nombre en Ecuador, donde la vista queda hipnotizada ante el esplendor que la naturaleza nos muestra a través de los bosques, paisajes y animales, que el turista puede observar de forma segura. El aleteo imponente de los flamingos, en algunas ocasiones, o el abrir y cerrar de tenazas de los cangrejos violinistas, en otras, le dan la bienvenida.
En la zona de Vida Silvestre conviven diversas especies de aves, roedores y reptiles. Para acceder a sus hábitats, mirarlos o fotografiarlos, es necesario seguir la ruta instaurada por las camineras de madera. Durante el recorrido, un guía responderá a sus preguntas sobre el cuidado del ocelote y el ciervo, o sobre la alimentación de los caimanes y cocodrilos. Aquí el encanto no tiene fin.
El parque recibe al público a partir del miércoles desde las 09:00 hasta las 16:30. Los fines de semana, grupos de teatro y danza realizan presentaciones que resaltan la cultura montubia y las principales costumbres de la región Costa del Ecuador.
En la zona Urbano-Arquitectónica del parque, el pasado se quedó atrapado para siempre. Es impresionante observar en perfectas condiciones, tres casas de inicios del siglo XX que conservan la historia y belleza del viejo Guayaquil. Este centro turístico es considerado como un museo que narra el estilo de vida de la gente de inicios del año 1900. Las casonas patrimoniales estuvieron localizadas en diferentes sitios de la ciudad, pero fueron transportadas hasta el parque –pieza por pieza– por parte del Banco Central del Ecuador en 1997.
Otro edificio restaurado es el Banco Territorial que fue uno de los primeros bancos de Guayaquil. En él aún se conservan bóvedas, cajas fuertes y oficinas, sin embargo, algunos espacios se han adecuado para que cumplan la función de galerías de arte donde se presentan exposiciones pictóricas.
En el parque también se puede hallar hospedaje, ya que se instaló un hotel-boutique 5 estrellas que cuenta con 44 habitaciones disponibles. Anexo al hotel reluce el restaurante Casa Julián donde el turista puede degustar comida ecuatoriana contemporánea y encontrar su platillo favorito en una carta próxima a los 30 platos.
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