Si ya disfrutó del amarillo intenso del florecimiento de los guayacanes de Mangahurco y Cazaderos, en Zapotillo al sur de Ecuador, ahora en esta misma zona puede hacerlo de un paisaje completamente verde.
Después de la caída de las flores amarillas que traen las primeras lluvias de diciembre o enero, el paisaje se vuelve verde, en diversos matices, que dan una nueva vida a estas parroquias, desde febrero a agosto. Es época de invierno y miles de árboles de ceibos, petrinos, guayacanes, pasayos y barbascos endémicos del bosque seco, visten su mejor gala.
Los causes de los ríos se llenan de cristalinas y mansas aguas, donde aves y peces parecieran juguetear de alegría, principalmente en la quebrada Cazaderos que baña la mayor parte de este territorio. En su visita a esta zona, seguro podrá disfrutar del vuelo de coloridas aves como: charros, urracas, chilalos, torcazas, garzas, etc.
Ahora no hay la masiva presencia de turistas por el intenso amarillo de los guayacanes, por lo que la paz, la tranquilidad y su gente siguen a su ritmo de vida rural. En esta época, la alegría no solo llega para los habitantes de esta comarca, sino también para sus chivos, vacas, burros y caballos, pues gozan abundante vegetación para su deleite.
A diferencia de la época seca o del florecimiento, el polvo desaparece y el calor aumenta. Se puede realizar actividades al aire libre, como paseos a caballo, bicicletas o acampar.
PARA SABER